A Biblioteca Terra Livre,
¡Salud y Libertad!
El ser humano, desde tiempos remotos cuya cuna hasta el momento es el continente africano, se lanzó en caminatas por nuevos parajes, buscando asegurar su existencia y la de su familia, tanto por necesidades vitales como también por otras tantas sociales: alimentación, vivienda, vestuario, seguridad, expansión, etc. Sin embargo, hubo también algunos seres que hicieron de estos viajes no sólo necesidades, sino también diéronles sentidos y significados libertarios. Y fue en estos primeros grupos que frente a la guerra y competencia en y entre ellos, que nació la idea y sentimiento de solidaridad, basada en lo que los estudios de Pedro Kropotkin identificaron como “Apoyo Mutuo, un factor de la evolución”. Los animales, particularmente los seres humanos, desarrollaron desde las primeras épocas el apoyo mutuo, transformándolo en un sentimiento complementario y crucial para explicar muchas de las actuaciones y la evolución del ser humano y sus sociedades, hechos y procesos a veces inexplicables desde el punto de vista de la “lucha por la vida” del “darwinismo social”, y aunque agradecemos a Kropotkin por su exposición, tan razonada, didáctica y fundamentada, es fácil sentir en nuestro corazón lo que las ciencias naturales en la actualidad tienden a llamar “sentimiento filantrópico”, aquella solidaridad que se hace carne en el día a día, que cruza las fronteras, anulándolas … borrando por completo su existencia. Por tanto, de las aventuras a las que se lanzaron los primeros seres humanos, de cuyos viajes han quedado algunos vestigios, de sus necesidades vitales y sociales, recuperamos para el hoy del anarquismo en Chile, la manifestación del “Encuentro”, no como intercambio, sino expresión de solidaridad y libertad.
Estas palabras tienen como motivo una idea y un hecho, al menos: la primera, que para los anarquistas las fronteras, sean políticas, económicas, sociales o culturales, comienzan a borrarse en la medida en que somos capaces de ir aprendiendo y escuchando a compañeras y compañeros de tiempos y lugares diferentes, tanto como aprendemos de nuestras experiencias. En segundo lugar, un hecho: el viaje de un compañero del otro lado del continente, militante de la Biblioteca Terra Livre en Sao Paulo (Brasil), que como Grupo de Estudios nos significó un acercamiento a otras realidades, compartir prácticas, proponer caminos que guíen a aquel comienzo que tanto deseamos, una vida libre. Así tuvimos la oportunidad de recorrer las ciudades de Santiago y Valparaíso, viendo, discutiendo, aunando proyectos, en momentos en que escuchábamos algunas cosas sobre el anarquismo en Brasil: ideas, prácticas, luchas, historia, educación, trabajo, sindicalismo … aprendiendo un poco más sobre nuestras experiencias, a veces tan similares; entendiendo que, tanto aquí como allá, el ser humano sigue siendo esclavo, por tanto es más urgente que nunca la propagación de las ideas y prácticas libertarias en la consecución de la emancipación individual y colectiva. En conclusión, de este “Encuentro Libertario” siempre quedan más intenciones de cooperación y comunión, más impulsos libertarios, más actividades por hacer que las que el tiempo permite, todo aquello contenido en los trabajos en pro de la siempre tan anhelada “Primavera Anarquista”, tan “Rabiosamente Internacionalista” como ya lo dijiera Barret.
¡Salud y Libertad!
Vamos a volver a esa instancia de valores mutuos, sin gobernalidad ni propiedad, el camino a sido lento, quiza se de en otro lugar del universo.
saludos al grupo
Hola, muy interesante el artículo sobre la experiencia allá en brasil y sobre el libro… quería preguntar si es que existe alguna traducción al español y si se puede conseguir acá en chile… muchas gracias
y felicitaciones cordiales por su trabajo!!