Hemos agregado un nuevo título a nuestra Biblioteca Virtual, espacio dedicado a la difusión de libros de poca difusión y que, por lo general, digitalizamos nosotros mismos. Tal es el caso de este nueva adquisición: «Testigos del Siglo XX: Clotario Blest», recopilado por Nicolás Cruz y Juan González, es parte de una colección dedicada a diversos personajes, entre los cuales destacamos al sindicalista local Clotario Blest Riffo.
Clotario Blest Riffo se definió a sí mismo como un hombre del siglo XIX. Nacido en el año 1899, fue testigo principal, más aún, protagonista de muchos de los acontecimientos que marcaron las luchas sociales y sindicales del Chile del siglo XX: desde la segunda década del siglo pasado, se envolvió en los problemas e hizo parte de los combates que dio la clase trabajadora que tanto amaba, integrándose en diversas agrupaciones gremiales, sindicales, culturales y de derechos humanos, dirigiendo algunas de estas, precisamente en los momentos más duros y terribles que marcaron a la sociedad de su tiempo. Por estas razones, decir que fue un hombre del siglo XIX o XX, queda corto.
De una moral y ética rigurosísima, de una claridad política que se adelantaba en mucho, de un incansable trabajo en pro de los pobres y del mejoramiento social y cultural del pueblo, de una tan anhelada “regeneración”, no por ello deja de ser una personalidad compleja que lo llevó a ser respetado e incluso admirado por sus adversarios, prueba de ello es este libro-testimonio, escrito por algunos que están muy, pero muy lejos de seguir los pasos de “Don Clota”. Aquel hombre de pelo cano y barba que se negó a afeitar hasta que en Chile hubiese democracia real, nos habla acerca de grandes personalidades que lo marcaron y de las cuales aprendió la honestidad y valentía, tan necesarias una y otra tanto ayer como hoy. Honestidad para decir lo que se piensa, manteniendo un camino de lucha autónoma y haciéndose cargo de sus aciertos y errores. Valentía para actuar en los tiempos en que la demagogia, la fuerza bruta y la criminalidad del Estado y del capitalismo se imponían bajo los gobiernos de Alessandri o las dictaduras de Ibáñez o Pinochet… pues se debe ser valiente para aguantar tanto palo y tanta “cana” y tanto atropello y tanto desprecio, incluso de aquellos que se hicieron llamar compañeros y militantes de la clase trabajadora. No siendo un ingenuo, muchas veces Clotario cayó en el error de una confianza extrema, absoluta, en quienes no lo merecían. Pero esa confianza en el pueblo, lo llevó a compartir con compañeros y compañeras de ideas tan distintas a las de él, pero que honestamente esperaban un mejoramiento social.
Los anti-autoritarios, libertarios o anarquistas, o como quieran autonombrarse, le deben mucho a este hombre pequeño y delgado, formado en las filas del cristianismo social y del sindicalismo revolucionario, que practicando la autonomía política frente a los partidos y ante quienes quisieron cooptarlo, se convirtió en un Ácrata, con mayúscula. La lucha contra el poder es en todo momento y lugar, utilizando los medios más creativos que tenemos para propagar “La Idea”. Para nosotros, anarquistas, “Don Clota” es un ejemplo. Para “Don Clota”, los anarquistas de la generación de 1920 fueron un ejemplo:
“Después del año ’25, ahí en la Casa del Pueblo nos reuníamos mucho con los anarquistas… porque en esa época los anarquistas tenían el control de la mayor parte de los sindicatos, los grandes sindicatos eran de los anarquistas. Bueno, en ésa época había anarquistas como Balofé, Triviño, Augusto Pinto, hombres íntegros, porque el anarquista cuando es anarquista, son abstemios, no comen carne, son tipos Mahatma Gandhi; tremendos, de una estrictez moral terrible. Por eso es que no hicieron partido grande, pues hombre, porque la gente se asustaba.”
Clotario Blest dejó la vara muy alta. El sindicalismo chileno le debe mucho y en momentos en que las banderas diagonales del rojo y negro vuelven a flamear en manos de muchachas y muchachos, algunos ahora viejos sindicalistas de la entonces CUT de 1953 tal vez se emocionen. Tenemos por seguro que “Don Clota” volvería a confiar, nuevamente lo veríamos en alguna plaza entregando un combativo discurso sobre la UNIDAD o siendo parte de las bibliotecas o archivos que hoy por hoy parecen renacer en Santiago de Chile y muchas otras ciudades de este país, al sur del mundo. Y es por eso que debemos aprender de los errores de este luchador social: no debemos estar ciegos, el Estado y el capitalismo hará lo que siempre ha hecho, debemos estar preparados… “Unidad, Unidad, Unidad … La Unidad de la Clase Trabajadora la hará invencible”. Salud y Libertad a Clotario Blest Riffo, al cristiano más ácrata, al hombre libre.
Un hombre libre, un luchador social a quien es necesario conocer. Por eso las y los invitamos a leer (ojear, por último) este libro, disponible para su descarga en nuestra Biblioteca Virtual, o bien haciendo click en su portada: