Los Anarquistas del mundo entero se darán cita en St-Imier hasta el domingo, conmemoran el Congreso, que hace a 140 años puso fin al conflicto entre Karl Marx y los representantes de la corriente Libertaria.
Los anarquistas del mundo entero han comenzado a llegar desde el miércoles a St-Imier, en el Jura Berna, para la Reencuentro Internacional de Anarquismo.Unos 3000 libertarios se espera que asistan hasta el domingo a los coloquios y conciertos.
«La gente proceden de todos los continentes, excepto la Antártida», ha declarado el miércoles ante la prensa Michel Nemitz, moderador de la cooperativa cultural autogestionada «Espacio negro» de St- Imier. El llamado para conmemorar el Congreso libertario que dio nacimiento hace 140 años en esta ciudad a la internacional anti- autoritaria es un éxito.
No violencia
«St-Imier es un lugar histórico para los anarquistas del mundo entero», añadió Michel Nemitz. Un hotel había acogido en 1872 el Congreso Libertario convocado después del estallido de la Primera Internacional. La reunión puso fin al conflicto entre Karl Marx y los representantes de la corriente Libertaria encarnada en la figura del ruso Mijail Bakunin y el suizo James Guillaume.
«Es igualmente un balance de nuestros logros y de nuestros fracasos», añadió Michel Nemitz. Para el movimiento Anarquista, las manifestaciones callejeras no son suficientes para cambiar la sociedad y para hacer frente a la crisis. Es preciso realizar nuevos espacios de resistencia y solidaridad como lo hacen por ejemplo los indignados. «El amor es también un poderoso factor de revolución, el primero», consideró Arístides Pedraza.
Amplio Programa
Entre las actividades que figuran en el programa abierto no sólo al movimiento anarquista, sino a toda la población: destacan conferencias, mesas redondas, teatro, conciertos, exposiciones, cine e incluso un salón del libro. En los simposios se conversará sobre los Centros Sociales Autogestionados, sobre la crisis económica, la situación y las luchas sociales en Grecia, sobre la desobediencia civil, sobre la crisis de la deuda e incluso sobre los canciones anarquistas italianas.
Imponente logística
Los libertarios no pasan desapercibidos en las calles de St- Imier, vestidos en su mayoría con ropa negra y desplazándose en grupos de tres o cuatro, se van al descubrir la ciudad relojera donde Bakunin vivió. Todas las edades son representadas entre los particulares «turistas». Excursionistas jubilados y jóvenes libertarios con bolsos en la espalda viajan en el funicular que conduce al Monte Soleil.
Los primeros para caminar sobre la cima del Jura Berna y los segundos para conseguir un camping provisional. El ambiente a veces hace pensar en un festival al aire libre. La llegada en masa de los anarquistas también debería hacer andar el comercio local. Las comidas a precios libre propuestos por varios grupos de cocina popular son únicamente vegetarianas. Numerosos anarquistas ocupan algunas terrazas de café del lugar. Una guardería donde el personal habla cinco idiomas incluso fue abierta.
Interés mediático
Esta manifestación de cinco días suscita no sólo un interés entre los anarquistas de todo el planeta, sino también entre los medios de comunicación. Unos setenta periodistas, muchos de cuyos del extranjero, están acreditados para seguir el evento en la ciudad imériena que cuenta con unos 4800 habitantes.
Fuente: Le Matin