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Para la reflexión: Vencer o Convencer

Este breve escrito, al igual que el anterior, fue extraído del períodico anarquista chileno de los años 50 El Libertario. Pese a lo escueto, plantea un breve reflexión a partir del escritor griego Luciano de Samosata, lo que, además, grafica la amplitud de pensamiento de los anarquistas:

Luciano, ilustre escritor griego del siglo II, narró la siguiente y divertida historieta que nunca deberíamos olvidar: “Júpiter y un campesino iban caminando juntos, con gran libertad y familiaridad sobre el tema del cielo y la tierra. El campesino escuchaba con atención y conformidad, mientras Júpiter se esforzaba únicamente en convencerle; pero habiénsele ocurrido apuntar una duda, Júpiter se volvió súbitamente y le amenazó con fulminarlo. ¡Ah, ha,! Dijo el campesino, ahora es cuando sé que estáis equivocado Júpiter; siempre lo estás cuando recurres a tu trueno”.

Aunque el lema del escudo chileno es, “por la razón o por la fuerza”, el anarquista debe saber que vale más convencer que vencer. Yo puedo razonar con cualquier hombre; pero mi conciencia nunca se deja someter al trueno de la autoridad.

Colo-Colo.
Periódico El Libertario, Santiago de Chile, Noviembre de 1954,  N° 1, Año I, pág. 3.

Documento: «Un ejemplo a seguir: Un policlínico de los trabajadores organizados, para los trabajadores en general», por Joaquín Beltrán

Este breve artículo fue extraído del periódico anarquista El Libertario, editado en Chile durante la década del ’50.

Doctor Juan Gandulfo

No cabe duda que es indispensable recordar la figura del Doctor Juan Gandulfo, de quien podemos conocer algunos detalles en la narrativa de José Santos González Vera, pero que es recordado, sobre todo, por su rol durante los primeros años de la Federación de Estudiantes de Chile y la importante labor que ejerció para el Policlínico de la Organización Sindical Industrial Workers of the World, proyecto fundado en 1923 y que estaba destinado a dar atención médica a quienes se veían económicamente imposibilitados de acceder a una salud digna e integral. A pesar de la prematura muerte de Gandulfo, hubo un grupo de compañeros que se ocuparon de continuar dicha obra, según nos cuenta Joaquín Beltrán, autor de un breve apartado que apareció en el periódico local «El Libertario».

Pasa saber más de Juan Gandulfo, pueden leer «Juan Gandulfo: Un Pediatra Anarquista Chileno»breve artículo de nuestra sección de Historia, o bien la investigación «Experiencias autogestionarias en Salud: El legado de Juan Gandulfo», escrita por el Dr. Fabián Pavez Reyes.

De momento, acá les dejamos el artículo de Joaquín Beltrán:

«Un ejemplo a seguir: Un policlínico de los trabajadores organizados, para los trabajadores en general», por Joaquín Beltrán

En el año 1922, el compañero Dr. Juan Gandulfo, con los miembros de la I.W.W., fundaron, en Santiago, un policlínico para aliviar a los que tienen que ganar pan con el sudor de su frente.

Cuando falleció el compañero Gandulfo, los miembros de la referida organización, aprovecharon las enseñanzas de quien fue un defensor y bienhechor de los humildes, mantuvieron y desarrollaron la obra solidaria que él dejó. Y al desaparecer la I.W.W. del plano nacional un grupo de altruistas no escatimaron sacrificios para sostener el policlínico. Esos hombres, además de sus quehaceres cotidianos, durante muchos años, diariamente, se preocuparon de las necesidades del policlínico. Su abnegación, reducía el costo de manutención y permitía ayudar a personas de escasos recursos.

La labor de Luis Pinto, Juan Luis González, José Tiznado y Arturo Alvarado merece destacarse, porque desde el año 1931 al 1953 fueron los que con una perseverancia y una honradez dignas de encomio, administraron dicho policlínico, el que lleva el nombre del inolvidable Dr. Juan Gandulfo, quién merece un artículo aparte.

Joaquín Beltrán.

Periódico El Libertario, Santiago de Chile, Julio de 1954, N° 1, Año I, pág. 4