Este breve artículo fue extraído del periódico anarquista El Libertario, editado en Chile durante la década del ’50.
No cabe duda que es indispensable recordar la figura del Doctor Juan Gandulfo, de quien podemos conocer algunos detalles en la narrativa de José Santos González Vera, pero que es recordado, sobre todo, por su rol durante los primeros años de la Federación de Estudiantes de Chile y la importante labor que ejerció para el Policlínico de la Organización Sindical Industrial Workers of the World, proyecto fundado en 1923 y que estaba destinado a dar atención médica a quienes se veían económicamente imposibilitados de acceder a una salud digna e integral. A pesar de la prematura muerte de Gandulfo, hubo un grupo de compañeros que se ocuparon de continuar dicha obra, según nos cuenta Joaquín Beltrán, autor de un breve apartado que apareció en el periódico local «El Libertario».
Pasa saber más de Juan Gandulfo, pueden leer «Juan Gandulfo: Un Pediatra Anarquista Chileno», breve artículo de nuestra sección de Historia, o bien la investigación «Experiencias autogestionarias en Salud: El legado de Juan Gandulfo», escrita por el Dr. Fabián Pavez Reyes.
De momento, acá les dejamos el artículo de Joaquín Beltrán:
«Un ejemplo a seguir: Un policlínico de los trabajadores organizados, para los trabajadores en general», por Joaquín Beltrán
En el año 1922, el compañero Dr. Juan Gandulfo, con los miembros de la I.W.W., fundaron, en Santiago, un policlínico para aliviar a los que tienen que ganar pan con el sudor de su frente.
Cuando falleció el compañero Gandulfo, los miembros de la referida organización, aprovecharon las enseñanzas de quien fue un defensor y bienhechor de los humildes, mantuvieron y desarrollaron la obra solidaria que él dejó. Y al desaparecer la I.W.W. del plano nacional un grupo de altruistas no escatimaron sacrificios para sostener el policlínico. Esos hombres, además de sus quehaceres cotidianos, durante muchos años, diariamente, se preocuparon de las necesidades del policlínico. Su abnegación, reducía el costo de manutención y permitía ayudar a personas de escasos recursos.
La labor de Luis Pinto, Juan Luis González, José Tiznado y Arturo Alvarado merece destacarse, porque desde el año 1931 al 1953 fueron los que con una perseverancia y una honradez dignas de encomio, administraron dicho policlínico, el que lleva el nombre del inolvidable Dr. Juan Gandulfo, quién merece un artículo aparte.
Joaquín Beltrán.
Periódico El Libertario, Santiago de Chile, Julio de 1954, N° 1, Año I, pág. 4