¿Qué podemos inferir de textos tan breves? “Sociología callejera”, diría Pio Baroja. No, en realidad pensamos como Isaac Puente, el médico anarquista, en su magnífico folleto “El comunismo libertario”:
Lo que llamamos buen sentido, rapidez de visión, capacidad de intuición, iniciativa y originalidad, no se compran ni venden en las universidades, y las poseen lo mismo intelectuales que analfabetos.
Claro, no creemos en “iluminados” que posean fórmulas para la revolución social y sentimos una profunda aversión, al igual que Gustav Landauer, a modelar el futuro según ideas preconcebidas.
Entonces, volvemos a preguntar ¿Qué podemos inferir de textos tan breves? El texto que presentamos hoy se refiere a la reflexión simplemente humana, que así como trasciende la condición intelectual de cada individuo, puede trascender cualquier otra barrera impuesta:
Somos anarquistas porque no hallamos motivos ni razón para que los hombres nos dividamos en ricos y pobres, en tiranos y esclavos.
Pero, como siempre, hay palabras escondidas entrelíneas (¡al final, el texto no era tan breve!), profundas reflexiones que desarticulan las costumbres del capitalismo y del Estado. Por ejemplo, al releer estos párrafos, recordamos el cuarto capítulo de “Campos, fábricas y talleres” de Piotr Kropotkin, titulado “Los recursos de la agricultura”. Allí Kropotkin, justamente, busca demostrar que nadie tiene derecho a apoderarse de los bienes de la naturaleza, señalando las falencias y falsedades de la doctrina de Malthus, que en aquel entonces justificaba desde la ciencia la existencia de clases privilegiadas y de clases desheredadas como un hecho inevitable, como un orden intrínseco de los hombres.
Es, sin duda, un tema largo como para tratarlo en una introducción. Pero volvemos a preguntar: ¿Qué podemos inferir de textos tan breves? Muchísimo. Cada párrafo es una invitación a hacer relaciones entre pensadores, discusiones entre compañeras y compañeros, propaganda en nuestros lugares cotidianos. El pensamiento y la acción florecen en el ideario anarquista.
El texto está archivado en “Filosofía”. También es de Helios (qué gran pensador anónimo!) y fue publicado en 1923 en «El Sembrador». Lo dejamos a continuación:
SOMOS ANARQUISTAS
Somos anarquistas porque queremos que desaparezca de las sociedades humanas la explotación y la tiranía de unos hombres contra otros hombres.
Somos anarquistas porque deseamos que todos los seres humanos al nacer hallen en las sociedades de sus semejantes el medio y los elementos necesarios para disfrutar y gozar el placer de vivir, desarrollando libre y espontáneamente las aptitudes y los sentimientos de su propia naturaleza.
Somos anarquistas porque por amar a la vida no podemos soportar que haya a nuestro alrededor seres que vivan en la más abyecta esclavitud y en la más negra y aniquiladora miseria.
Somos anarquistas porque no hallamos motivos ni razón para que los hombres nos dividamos en ricos y pobres, en tiranos y esclavos.
Somos anarquistas porque queremos un estado social en que todos los seres humanos podamos vivir libremente, estudiando y trabajando en provecho propio y de los demás.
Somos anarquistas porque la razón nos demuestra que nadie tiene derecho a apoderarse de los bienes de la naturaleza para privar a los demás seres humanos de los elementos necesarios a la existencia y someterlo a la esclavitud y a la miseria.
Somos anarquistas porque queremos ver la humanidad disfrutar hermanada de todos los bienes de la vida.
Helios [Texto aparecido originalmente en el semanario anarquista “El Sembrador”, #31, año I, Sábado 10 de marzo de 1923, Iquique, Chile]