Indagaciones recientes han logrado reconstruir una dimensión poco abordada del frecuentemente olvidado escritor rancagüino Oscar Castro, nos referimos a su sensibilidad por las causas sociales. Y es que le tocó vivir una época de crudos contrastes que exigían pronunciarse.

Por aquella razón no resulta difícil hallar por un lado, en sus obras, una importante cuota de denuncia social y por otro, en su biografía, un estrecho vínculo con individualidades y organizaciones ácratas de la primera mitad del siglo XX [1].

Esta similitud de inquietudes en torno a la literatura y el devenir social son las que hicieron del autor de “Llampo de sangre” un profundo admirador de Federico García Lorca, más aún considerando su abierto compromiso con la causa en el contexto revolucionario español de los 30’s.

Así, cuando el escritor de la llamada generación del 27’ fue alcanzado por los tentáculos nacionalistas y le ejecutaron el 18 de Agosto de 1936 en Granada, convirtiéndole en un símbolo del abuso de la prepotencia fascista[2], Castro no duda en homenajearlo, el mismo año, con la obra titulada “Responso para García Lorca” [3][4] entre cuyos pasajes más sentidos destaca:

“..Cuando soltaba su copla

 Cantaba toda la España

 No murió como un gitano:

No murió de puñalada.

 Cinco fusiles buscaron,

Por cinco caminos, su alma.

Le abrieron el corazón

 lo mismo que una granada.

¡Y el surtidos de su sangre

manchó las estrellas altas!

 ¡Como lloraban los ríos

De España…”! [5]

Pero no sería el único trabajo que el rancagüino le dedicaría al poeta granadino, en 1940 escribió una obra de romances que titula

“Sombra Inmortal; cantata a la muerte de Federico García Lorca”

, que no sería editada sino hasta varios años después de su muerte, en 1973 por la Editorial Pacífico. El siguiente párrafo corresponde a  dicho homenaje:  

¡Ay! ¡Federico García,

ya no te puedes morir

porque si tú te murieras,

ese cielo de alhelí,

y esta luna, y este mundo

se harían ceniza gris!

Pero ya llegas trayendo

-planeta de oro y marfil-

entre tus manos morenas,

la rosa del porvenir.

Grábese sobre tu rosa

mi figura perfil. [6]

Años más tarde, sin data precisa, aunque se sospecha de que su origen se remonta a inicios de los años 70’s, ésta obra fue adaptada y musicalizada por un grupo de actores y músicos quienes le grabaron y editaron en formato Long Play bajo el mismo nombre. Afortunadamente de este trabajo, que contó con los arreglos de Vicente Bianchi y Ricardo de la Castilleja, aún sobreviven algunas copias, de las cuales el Grupo de Estudios José Domingo Gómez Rojas utilizó como fuente para su recuperación en formato digital.

Picha aquí >>>

https://soundcloud.com/user149744087/cantata-a-la-muerte-de