Con entusiasmo damos inicio a esta nueva sección que se dedicará al estudio de la relación entre el anarquismo y la ciencia.
Creemos que es fundamental hacernos las mismas preguntas que Piotr Kropotkin realizó, por allá en el lejano siglo XIX y parte del siglo XX, con el objetivo de indagar en los acercamientos que pueden existir entre el pensamiento ácrata y el pensamiento científico, no desde un sentido de crear un anarquismo científico o una ciencia anarquista, en donde una se funda en la otra y viceversa, sino de estudiar y comprender las posibles conexiones y las retroalimentaciones que pueden existir entre estas dos categorías que están en constante renovación. Consideramos que es un campo bastante olvidado con respecto a otras áreas del pensamiento, como la historia o la filosofía, siendo que es un área de análisis fértil que puede ayudar en términos prácticos la realización del “proyecto anarquista” desde una perspectiva más concreta.
No tratamos de otorgar una categoría de importancia superior a la ciencia con respecto a las otras áreas del pensamiento. No obstante, sí abogamos por la integralidad del conocimiento: es menester no menospreciar y no caer en la crítica estéril. Tampoco se trata de caer en un tecnocratismo o en un positivismo absoluto, si bien recogemos la esperanza de Piotr Kropotkin, en que la ciencia sea capaz de entregar mejores condiciones de vida a toda la humanidad, y la visión de Rafael Barret al considerar la determinación que imprime la ética humana en el objetivo científico. Reconocemos que también existen círculos viciosos, en los cuales se ha ido fomentando la idea de realizar ciencia siempre y cuando tenga una aplicación técnica, además de la creciente proliferación de “sociedades de expertos” en donde priman los beneficios particulares y el estancamiento del conocimiento. Fenómeno que se ve reflejado bastante bien en la inversión de la industria, en donde ésta, junto al Estado, ha canalizado y condicionado preocupantemente la creación científica.
Por esta razón, esta sección difundirá y compartirá el material que se vaya recopilando en las diversas divisiones en que estará constituida, y también tratará de abarcar este complejo escenario, indagando en la historia, en las propuestas y su desarrollo, y a su vez, abarcándola desde este siglo XXI con el objetivo de actualizar y ver la vigencia del conocimiento científico y del anarquismo cuando han ido de la mano. Esto, justamente, porque una de las preguntas que deberíamos realizarnos y que resulta apremiante en este siglo XXI es ¿Cómo hacer una ciencia más humana en beneficio de toda la humanidad y distribuir el conocimiento cooperativamente en toda la sociedad?
Con el motivo de la inauguración de la sección de Ciencias tenemos el agrado de compartir el segundo y octavo capitulo del libro “La ciencia moderna y el anarquismo” de Piotr Kropotkin, cuya tercera edición, de la cual extrajimos los siguientes escritos, vio luz en España a través de la Editorial Sempere bajo la traducción, desde el ingles, de Ricardo Mella.
Kropotkin no quedó ajeno a los grandes cambios científicos que ocurrieron en el siglo XIX, por lo cual fue profundamente influenciado por el evolucionismo darwiniano y por las corrientes científicas que se desarrollaron en aquella época para interpretar los fenómenos humanos y naturales. Se preguntaba cuál debería ser la actitud del anarquismo frente a las diversas corrientes de pensamiento, tanto filosófico y científicas, y se mostraba a favor del método inductivo-deductivo, descartando tajantemente los métodos metafísicos y dialécticos, los cuales, para él, no habían entregado ningún tipo de respuesta objetiva. Por esta razón, para entender el pensamiento de Kropotkin, esta obra es fundamental:
«La ciencia moderna y el anarquismo», por Piotr Kropotkin
Capítulo II: Movimiento intelectual del siglo XVIII
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Si bien el anarquismo, como todas las manifestaciones revolucionarias, surgió entre el pueblo durante sus discordias y sus tumultos y no de los estudios de los hombres de ciencia, es importante, sin embargo, reconocer la posición que ocupa en las distintas corrientes del pensamiento científico y filosófico de nuestros tiempos. ¿Cuál es su actitud con relación a esas diversas corrientes? ¿De qué método de investigación habrá de hacer uso para comprobar sus conclusiones? En otros términos, ¿a qué escuela filosófica pertenece la anarquía? ¿Con cuál de las tendencias de la ciencia moderna tiene mayor afinidad? Sigue leyendo