Archivo de la categoría: Investigaciones

Educación: «Por la educación y por el trabajo», traducción del libro de Adelino de Pinho

[Archivado en Educación]

En noviembre pasado, durante la primavera anarquista de São Paulo, las y los compañeros de la Biblioteca Terra Libre lanzaron el libro “Pela educação e pelo trabalho e outros escritos”, recopilación de escritos de Adelino de Pinho, portugués radicado en Brasil que se volvió conocido por haber sido director de la Escuela Moderna n° 2 en São Paulo.

pela-educacao-e-pelo-trabalhoEste libro, que va acompañado de un estudio previo que ha sido fruto del trabajo realizado por el grupo de estudios sobre educación que gestiona la Biblioteca Terra Livre, fue lanzado durante el  Colóquio Internacional Educação Libertária, el cual se celebró en el contexto de los 100 años de la Escuela Moderna de São Paulo y contó con la presencia de países como Argentina, Francia y Chile.

La traducción libre que presentamos a continuación corresponde a las primeras páginas del libro, a saber, la presentación, de la Biblioteca Terra Livre, y los trazos biográficos y el pensamiento de Adelino de Pinho, cuyos autores son Vitor Ahagon y Rodrigo Rosa, compañeros de Terra Livre que han estudiado atentamente la historia del anarquismo en Brasil y los principios de la educación libertaria.

Para todos y todas aquellas que estén interesados en la pedagogía libertaria y, más aun, en la autoformación, las y los invitamos a leer estos párrafos, que nos enseñan la vida de un autodidacta que dedicó su vida a la educación, convencido de que «instruirse no significa acumular conocimientos, volviéndose un individuo más iluminado», ya que educar y gestionar espacios para esto, significa crear «las condiciones necesarias para que aflore esa enseñanza mutua, capaz de liberar las potencialidades de los individuos».

Puede encontrar estas páginas en portugués en el sitio web de Terra Livre, quienes las han puesto a disposición del público por los 128 años del nacimiento de Adelino en 21 de enero de 1885.

Enviamos un abrazo fraternal a la Biblioteca Terra Livre y saludamos su gran trabajo como editora, grupo de estudios y biblioteca. Saúde e anarquia!!!

Presentación, por Biblioteca Terra Livre

Pero no sólo de pan vive el hombre. El hombre tiene necesidad de libros, de música, de estatuas, de pintura, de paisaje. Luego, a la par de un trabajador, debemos hacer un pensador.

Adelino de Pinho.

            Recordar la vida de una persona en pocas palabras es una tarea difícil. Los acontecimientos que se suceden a lo largo de la vida de cada individuo son tan plurales y diversos que el intento de traducirlos en un texto parece un esfuerzo que nadie es capaz de realizar.  La búsqueda de una “biografía total”, saber los mínimos detalles de vida del biografiado, lo que pensaba, lo que hacía y hasta lo que dejaba de hacer, es una quimera que debemos evitar. Por eso, no debemos dejar de buscar la reconstrucción de la memoria del anarquismo en Brasil, al tiempo que admitir todas las dificultades metodológicas y de fuentes documentales que enfrentamos. No vamos a develar toda la rica experiencia, mucho menos el pensamiento de ese anarquista y ese educador por toda la vida, que siempre se preocupó por los rumbos de la educación, principalmente de los obreros con menos condiciones económicas. Su trayectoria de vida, aun cuando más su obra política y su militancia justifican el lanzamiento de este libro, bien como nuestro esfuerzo por trazar un breve perfil biográfico de Adelino de Pinho, portugués radicado en Brasil, que se volvió conocido por haber sido director de la Escuela Moderna n° 2 en São Paulo. A pesar de eso, su vida y obra continúan desconocidas por gran parte del público interesado en cuestiones sociales y en la historia de la educación brasilera.  Sigue leyendo

Geografía: «Una mirada a las colectividades agrarias en la España libertaria», por Maxi Astroza-León

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Esta investigación fue escrita en julio de 2011, cuando el grupo de estudios organizó una jornada en torno a los 75 años de la Revolución Social de España.

Introducción

            Estudiar al anarquismo observando los hechos acaecidos en España a contar de 1931, particularmente entre 1936 y 1939, en un contexto de aprendizaje, crecimiento del movimiento, guerra y revolución social, nos significa plantearnos el problema del significado del anarquismo en general, de sus propuestas teóricas y de sus experiencias y prácticas; sin embargo, un trabajo de este tipo implicaría un esfuerzo muy superior a las capacidades que poseemos como individuos, por esta razón nos hemos propuesto colocar énfasis en un aspecto, adentrándonos en sus particularidades, ya de gestión, ya de experiencia: las “colectividades campesinas”. Éstas serán, según Agustín Souchy, parte valiosísima de los aportes de la revolución social en España al mundo y al pensamiento anarquista. Por esto, nos preguntamos:

Campesino¿Qué fue la colectivización agraria en las regiones emancipadas y en qué zonas se extendió?

¿Cómo funcionaban y qué objetivos perseguían?

¿Qué significó la experiencia colectivista para la Revolución Social en España y cuál fue su importancia para las economías regionales?

¿Es posible entender la colectivización como un proceso de revolución anarquista en la construcción geográfica del espacio?

Bajo estos cuestionamientos perseguimos aproximarnos a una definición del concepto y práctica de “colectividad campesina”, en el marco de los relatos libertarios de José Peirats en el texto Los Anarquistas en la crisis política española (1869 – 1939)[1] y de Agustín Souchy Bauer en los libros Entre los campesinos de Aragón: el comunismo libertario en las comarcas liberadas y Las colectividades en España. De espacial importancia nos será “Entre los campesinos…”, pues Souchy lo compone sobre sus crónicas de la región liberada merced a sus viajes entre los años 1936 y 1937, permitiéndonos comprender la forma de autogestión agropecuaria  al situarla desde un punto de vista geoeconómico libertario. Sigue leyendo

Hito Urbano III: «La Plaza González Vera», por Maximiliano Astroza-León

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Siguiendo con la serie sobre “Hitos Urbanos”, referente a lugares y hechos que marcan el espacio citadino, nos encontramos con uno muy especial, que homenajea como pocas veces se hace a un escritor libertario y hombre sencillo, muy querido no sólo por sus amigos, sino por el hombre y mujer común que, leyéndolo, se reencontró consigo mismo; de alguien que no habló desde lejos ni de alto: José Santos González Vera, el humorista.

Plaza González Vera

Plaza González Vera, en Av. Salvador c/ Av. Francisco Bilbao

Entonces, nos damos cuenta que por una parte la geografía sirve para conocer y redescubrir estos pedazos de historias que vuelven a la vida a quienes físicamente ya no están con nosotros, pero que siguen conversando con sus palabras, grabadas esta vez en piedra. Y por otra, que en esta pequeña “ciudad jardín”, todavía subsisten espacios, como una plaza, que resguarda un poco de Libertad bajo la sombra de los árboles ante tanto autoritarismo del actual Alcalde…

Hito Urbano III: “La Plaza González Vera”, por Maxiliano Astroza-León

Así, por esto o por lo otro, y aunque el universo de caiga a pedazos, al término de la jornada escolar de uno de los tantos liceos cercanos, una jovencita en flor y un muchacho con las ganas de componer un mundo nuevo se encuentran en la tibieza de un beso, recostados sobre el pasto que fecunda la tierra, en esta pequeña Plaza llamada “González Vera”.

En un lugar de la comuna de Providencia, una de las más ricas y poderosas de Santiago, y de Chile, está situada la Plaza González Vera. Esta comuna es una de las más importantes por la cantidad de recursos económicos que obtiene de los impuestos y patentes municipales aplicados a los negocios, comercios, grandes tiendas o malls que han florecido a los largo de las décadas pasada y presente. Además, Providencia ha sido históricamente considerada como el sitio donde la burguesía y clases acomodadas se asientan, pues está separada y conectada a la vez con el centro de la ciudad por grandes vías de circulación (la misma Avenida Providencia es la continuación de la Alameda, principal vía de Santiago) a la vez que su estructura arquitectónica le da un cierto aire a capitales extranjeras, diferenciándola de las otras comunas. Providencia, desde el siglo XIX, fue el lugar escogido por quienes constituyeron su guetto urbano, caracterizado por el poder, la riqueza, la religiosidad católica, la comodidad espacial. Sigue leyendo

Literatura: «Anarquismo y literatura social latinoamericana: Rafael Barret y Manuel González Prada», por Sebastian Allende

[Archivado en Literatura]

El contexto histórico: La Sociedad oligárquica.  

En América Latina, la franja de tiempo que transcurre post guerras de independencias nacionales, se ha denominado sociedad oligárquica. En sí, esta forma social, tuvo diversas características.

Particularmente, entre 1880 y 1930, y a raíz del “auge exportador”, predominó un modelo de desarrollo económico “hacia fuera”, centrado primordialmente en la exportación de materias primas. El caucho en la zona sur de Brasil, el sector agropecuario en el Río de la Plata o el salitre en el caso chileno, son algunos ejemplos. Este ordenamiento socioeconómico no fue azaroso, o producto de algún “accidente histórico”, ya que se vincula al desarrollo de la economía capitalista mundial[1]. Con Inglaterra como potencia imperial a fines del siglo XIX, aunque ya asomaba, paulatinamente, el pujante desarrollo industrial de Estados Unidos.

Rafael Barret (7 de enero de 1876 - 17 de diciembre de 1910)

En relación a esto, José del Pozo, en su texto “Historia de América Latina y el Caribe”, plantea que las inversiones del capital extranjero se concentraron primordialmente en dos áreas: Exportación y servicios públicos[2]. De ahí la presencia de capitales  estadounidenses, como la “Stándar Oil” en la extracción del petróleo mexicano o, de capital anglosajón, en la explotación salitrera en el norte de nuestro país. Aunque, como señala del Pozo, este auge inversor no afectó a todo el aparato productivo latinoamericano, pues la economía agraria -fundamental por aquellos años- se mantiene, prácticamente al margen del arribo de capitales extranjeros.

Ahora bien, en torno a las consecuencias sociales de este modelo primario-exportador, por una parte, se consolidan -al menos, durante un tiempo- las élites centrales y, por otro lado, aparecen nuevos grupos empresariales -algunos frutos de la inmigración- relacionados a las  actividades financieras y bancarias.

Por su parte, en el otro extremo de la sociedad, se manifiestan numerosos problemas -desnutrición infantil, enfermedades mortales- en las nacientes urbes latinoamericanas[3], que después moldearían lo que se llamó  “cuestión social”; estos elementos, si bien ya existían mucho antes de los albores del siglo XX, ahora se hacen visibles para las clases dirigenciales de la región, inclusive en la vida citadina. La realidad material, habla en cifras: en Chile, por ejemplo, de cada 1.000 nacidos, un tercio fallecía antes del año de vida[4]. Por su parte, la esperanza de vida, según el censo de 1907, no sobrepasaba los 35 años hoy esa cifra se ha doblado, llegando casi a los 80 años. Situándose como uno de las más altas de Sudamérica.

Manuel González Prada en 1915

De esta manera, el panorama social latinoamericano en el que  se insertan las plumas de Rafael Barret y Manuel González Prada, nos presenta el rostro ostensible del subdesarrollo, post guerras de independencia, con su triste corolario: la miseria.

De ahí que, por literatura social, comprenderé  una forma de denuncia, o, al decir de Sabato, una “literatura problematizadora” de la realidad. Sigue leyendo

Educación: «Aproximación al movimiento estudiantil desde lo latinoamericano: José Enrique Rodó y José Ingenieros», por Diego Mellado

[Archivado en Educación]

Este trabajo fue expuesto el 2 de septiembre de 2011 en el coloquio “Perspectivas de transformación de la educación chilena: Filosofía, Política y Educación”, realizado en la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile. La idea fundamental es desarrollar los principios e ideales que inspiraron al movimiento de la Reforma Universitaria de 1918, del cual ya nos habla Angel Cappelletti al comienzo de «Universidad y Autogestión» y, de este modo, aportar a la reflexión de los problemas que aquejan hoy en día la educación chilena. El texto está en formato PDF en la sección de Educación.

Partida: Los estudiantes de los años veinte

            Para comenzar, la anécdota de un estudiante que participó de los movimientos estudiantiles de los años veinte puede resultar esclarecedora. Laín Díez[1], en un artículo publicado en la revista Babel número cuarenta, titulado “La generación del año veinte”, cuenta lo siguiente:

“En la histórica Santa Rosa de los Andes cometí el primer sacrilegio de mi vida. De pie sobre la reja que guarda la estatua de la virgen en el cerro del mismo nombre, y estimulado por las muestras de aprobación de mis compañeros de viaje, dejé estampado en grandes letras a media altura del zócalo: « ¡Viva la Federación de Estudiantes! » Aún no me tortura el arrepentimiento precursor de ese cielo que me tienen prometido.”[2]

Lo interesante de esta anécdota, situada en el Chile de 1920, es todo lo que convive detrás de ella, ya que no sólo es un rayado en una imagen religiosa, sino también el reflejo de un movimiento estudiantil que criticó al sistema educativo de su época desde un pensamiento radical que se extendió en gran parte de América Latina y que, si lo analizamos aunque sea someramente, aún sigue haciendo eco hoy en día. Las preguntas, entonces, quedan hechas: ¿Cómo se articuló este movimiento particularmente americanista? ¿Qué rol social cumplían los estudiantes en aquel entonces? ¿Qué entendían por Universidad? ¿Quiénes alentaron o fundamentaron estas críticas a la vieja estructura educativa? Y, por último ¿Qué enseñanzas podemos recoger hoy en día de uno de los movimientos estudiantiles más importantes de la historia? Para responder estas interrogantes, será necesario comenzar, por lo menos, desde 1918, año en que se desencadena, en Córdoba primero y luego en otros países de Latinoamérica, el movimiento de la Reforma Universitaria.

Toma de la Universidad de Córboda

Toma de la Universidad de Córboda.

1918: Córdoba, Santiago y el Movimiento de la Reforma Universitaria

En 1918, los estudiantes de Córdoba publican un “Manifiesto”, redactado por Deodoro Roca, dirigido a los hombres libres de Sudamérica. Dicho manifiesto declaraba, entre otros asuntos, lo siguiente:

“Las Universidades han sido hasta aquí el refugio secular de los mediocres, la renta de los ignorantes, la hospitalización segura de los inválidos y –lo que es peor aún– el lugar donde todas las formas de tiranizar y de insensibilizar hallaron la cátedra que las dictara. (…) Nuestro régimen universitario –aún el más reciente– es anacrónico”[3].

La crisis que dicho manifiesto develaba incumbía a toda América Latina, motivo por el cual se extiende rápidamente por todas las universidades de Argentina y gran parte de Latinoamérica. Su carácter reformista consistía en la urgencia de renovar la ideología universitaria, desligándola de su antigua estructura “monástica y monárquica” y transformando la Universidad en un espacio abierto, organizado por todos los integrantes de la comunidad universitaria, que estuviese relacionado directamente con la realidad de cada región.

La Universidad, en este sentido, debía cumplir un rol interno y uno social, motivo por el cual las demandas estudiantiles prontamente salieron de su primer escenario –que era la institución misma-, para acercarse al pueblo. Este acontecimiento revelaría, según Pablo Lejarraga, que la Reforma Universitaria se basaba en principios profundamente democráticos, laica, anticapitalista, solidaria con la lucha de los trabajadores, americanista y antiimperialista[4].

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Geografía: «Aproximación al pensamiento geoeconómico de Piotr Kropotkin en la obra ‘Campos, fábricas y talleres'», por Maximiliano Astroza-León

[Leer en PDF. Archivado en Geografía]

Hemos discutido en torno a este trabajo durante algunos varios meses. No lo hemos expuesto en ninguna jornada de estudios, por lo que la discusión es todavía una invitación para acercarnos a la geografía anarquista. El texto está en formato PDF en la sección Geografía, así que lo pueden imprimir de forma más ordenada y leer, además, el resumen de esta investigación.

Desde la geografía al servicio del Estado o del capitalismo, la geografía económica es el estudio de los recursos naturales en relación a las ocupaciones productivas humanas y su distribución en el espacio geográfico, explicando su localización en términos de sus interrelaciones con otras regiones con respecto a las economías capitalista o socialista, ya sea en beneficio del mercado o del Estado. A modo de ejemplo, el “Prólogo” de la serie Geografía de Chile del Instituto Geográfico Militar, escrito por el dictador militar chileno Augusto Pinochet Ugarte, señala: “La organización económica en su análisis temático de la distribución, formas y procesos de ordenamiento espacial de los principales sectores económicos del país, deriva en el tratamiento de las actividades mineras, industriales, agropecuarias, forestales y pesqueras, así como la energía, los servicios, el transporte y las comunicaciones, el comercio y las finanzas, a partir de cuyo análisis se intenta estructurar los sistemas areales de síntesis.” [IGM, “Prólogo”], enfatizando que este análisis geográfico sirve al país por cuanto “vive un proceso de desarrollo económico que exige contar con un máximo de conocimientos sobre sus condiciones, limitaciones y posibilidades, al alcance del inversionista, el poder público, la empresa privada y las diversas instituciones educacionales, que tienen la responsabilidad formadora de quienes darán nuevos impulsos a la Nación.” [IGM, “Prólogo”].

Piotr Kropotkin, joven aún.

Sin embargo, para la geografía anarquista, la importancia y alcances del estudio espacial de la producción y el consumo adquiere señas más allá de la distribución espacial como elemento explicativo e importante para el “inversionista”, como aprendizaje educativo e identificatorio del ciudadano con la patria o elemento estratégico en el establecimiento de políticas sociales, económicas o militares; la geoeconomía de raíz kropotkiniana sienta las bases de una crítica a la configuración espacial de las actividades humanas derivadas de la economía capitalista y de la actuación del Estado como productores de desigualdades, jerarquías y dependencias económico – regionales. Según Martin Buber, el anarquista ruso “opone a la exageración progresiva de la división del trabajo y de la especialización el principio de una integración del trabajo, la combinación de una agricultura intensiva con una industria descentralizada” [Buber. 1955, p. 65] en un marco que propone una “nueva unidad social” que tiene en cuenta y valora la evolución de la técnica en beneficio de la expansión de los derechos de la humanidad.

Dado este contexto, iniciamos una reflexión teórica y metodológica del trabajo geoeconómico de Pedro Kropotkin, centrada principalmente en la obra Campos, fábricas y talleres, teniendo como base el análisis geográfico anarquista [1] y lo que éste puede aportar en la discusión sobre economía y autogestión en referencia al comunismo libertario, en momentos cruciales para un nuevo siglo.

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Geografía: La Geografía Vivida, la Geografía Feminista de Flora de Tristán

[Por Maximiliano Astroza – León. Texto archivado en Geografía]

LA MADRETIERRA

Hace un tiempo se nos preguntaba por qué como Grupo de Estudios no hemos dado la discusión sobre el importantísimo rol que le cupo al feminismo en la configuración de las ideas socialistas. Respecto a ello y sin desear acotar el tema, muy por el contrario sino ampliarlo, densificarlo, sustanciarlo, es que hoy, en el marco de una aproximación geográfica a los estudios latinoamericanos, reconocemos el gran aporte femenino al desarrollo de los socialismos y de una necesaria mirada socioecológica al espacio que habitamos, pues no por nada, la Humanidad, desde tiempos antiguos se ha referido a nuestro planeta como una Madre acogedora, la “Mama Pacha”, LA MADRETIERRA.

Flora Tristán (1803-1844)

Flora Tristán (1803-1844)

CAMINOS HACIA LA LIBERTAD

En nuestros debates grupales, particularmente los referidos al espacio que habitamos, surgen las ideas de libertad y solidaridad como raíz, árbol y fruto de una presente y futura construcción espacial de la anarquía. Así mismo, estas ideas constituyen motivaciones para que seres humanos se lancen a la aventura de vivir. Sin ir más lejos, Eliseo Reclus dijo, respondiendo a aquellos que juzgaron su vida y obra con la mirada inquisitorial, a los que nada o poco entendieron de su manera de comprender el universo: “He recorrido el mundo como un hombre libre”. Aquella misma mirada y juicio recibió y sufrió Flora de Tristán, mujer nacida y casada en la Europa de la primera mitad del ochocientos, atada a las contingencias económicas, las costumbres religiosas, las murmuraciones de la sociedad burguesa, la tiranía del matrimonio y del falso amor. Entonces, nos preguntamos: ¿quién fue Flora de Tristán, compara por Carlos Rama con Manuel González Prada y José Carlos Mariátegui, “a los cuales no se comprendería sin antes considerar la visión de su precursora y hermana en el socialismo”? Ella, autoproclamándose “paria” de una sociedad mentirosa y enclaustradora; ella, la que al tiempo recorrió, observó, comprendió y nos dio a conocer en sus ardientes páginas  el mundo con mirada de mujer, enfrentándolo y derribándolo, viviéndolo como una mujer apasionada, cristiana y luchadora. Sigue leyendo

Geografía: El Café de los Inmortales.

Dentro de nuestra sección «Geografía» hay una subsección, «Hitos Urbanos», espacio que pretende ir reuniendo estudios sobre las historias que se van construyendo en la ciudad y sus alrededores, es decir, la relación que hay entre el hombre y el medio.

La primera parte de esta sección es entorno a la plaza José Domingo Gómez Rojas, frente a la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. En esta ocasión, recorremos el espacio «Café de los Inmortales», café del cual tenemos una imagen en nuestra cabecera. Para saber más, los invitamos a leer este breve artículo:

Más de alguna persona se ha preguntado el por qué de la imagen que sirve de cabecera al blog del Grupo de Estudios y que nuevamente les presentamos aquí. En primera instancia se podría deducir que es una foto antigua de un restaurant o cafetería que tuvo alguna significación. Tanto en uno como en otro aspecto están en lo cierto. La fotografía pertenece al llamado Café de Los Inmortales, ubicado en la ciudad argentina de Buenos Aires, específicamente en Corrientes # 922, denominado anteriormente Café Brasil en honor a Santos Dumont. Lo más probable es que esta imagen sea de comienzos del siglo XX, periodo álgido para los anarquistas y libertarios allende Los Andes. (Seguir Leyendo)

Café de los Inmortales

Café de los Inmortales

 

Rebeldía y Libertad. Sobre J. D. Gómez Rojas

Por Maximiliano Astroza-León

· Introducción.

“Era un sembrador de sueños”.

Antonio Acevedo Hernández.

¿Por donde comenzar? Tal vez sea necesario definir este trabajo. En primer lugar, decir que esta investigación se ha construido como una tarea propiamente historiográfica sería un error, tal como si la denomináramos investigación literaria. Será, desde mi punto, un intento de acercamiento y descubrimiento personal, un camino a recorrer junto a un poeta; de las ideas, mentalidades y alcances sociales de lo que pretendía la juventud, por allá, en los inicios del siglo XX. De allí que sea una contribución de alguien que pretende ser escritor sin serlo e historiador a veces.

¿Un ensayo, se dirá? Una cosa es cierta: no intentaremos probar ni elaborar doctrina alguna. Sin caer en la sensiblería vacía, nuestras premisas se sustentan sobre concepciones personales, que ustedes podrán compartir o no, y que podrán objetar o defender según les plazca. Será entonces una aproximación a un hombre, a un personaje y su obra literaria, con la esperanza de comprender las motivaciones de una juventud radical, de compromisos, expresiva y talentosa, que buscaba nuevos caminos para dar a conocer pensamientos que bullían en las conversaciones y tertulias, en los Ateneos y Centros de Estudios Sociales, en las Organizaciones obreras, Sociedades en Resistencia y la Federación de Estudiantes, una sociedad que comienza a propugnar la Redención Social como una tarea a cumplir. A esta juventud que sueña y que lo demuestra mediante sus acciones comprometidas con los más pobres, con la Justicia -esa que está por sobre las leyes, e incluso, contra las leyes-  y con la cultura popular, la invocamos, ¡reivindicándola!.

En estos tiempos, donde los grupos juveniles intentan -como siempre lo han hecho y creemos firmemente, lo van a seguir haciendo- crear su espacio en medio de la  frustración y la desesperanza, el egoísmo y la amargura de una sociedad cruel, nos volvemos hacia estas vidas que, en medio del vendaval que supuso el año 1920, construyeron, como diría Gandulfo, valuarte de esa “Generación”,  al menos una verdad: No se pude amar sin odiar; para amar la bondad y la verdad hay que odiar la maldad y la mentira: somos hombres.

*

*          *

En segundo lugar, intentar un esbozo a una obra artística cualquiera sea ésta, o más aún, poética, no es nada fácil, menos todavía el dedicar algunas palabras a José Domingo Gómez Rojas, a sus Rebeldías Líricas y sus Elegías -entre otras-, un tanto desconocidas incluso para quienes han decidido hacer de la literatura su vida y trabajo, su alimento y pasión. Este autor y su obra, que influyeron notablemente en poetas, escritores y la sociedad en general durante la segunda década del siglo XX debido a su potencia poética, se han mantenido en las sombras, a pesar de que Gómez Rojas se constituyó en pilar fundamental para el desarrollo de una generación literaria marcada por las preocupaciones sociales y políticas, tal vez, una de las más trascendentes de este país. Como decimos, nada fácil, y sin embargo lo intentaremos.

Ahora bien, unas preguntas para comenzar: ¿quién fue José Domingo Gómez Rojas? ¿Alguien todavía recuerda a este muchacho delgado y moreno que llamaron El Cristo de los Poetas y que deslumbró con sus líricas a la juventud hasta su muerte, acaecida de forma infame en el año 1920?

· Capítulo I. La persona y el personaje.

“Había escrito: ‘La Tierra misma lentamente muere con los astros

lejanos. ¡Miserere!’, pero el no quería morir, quería vivir y vivía

y trabajaba para que, antes de que la Tierra desapareciese,

viviera un día sobre ella una civilización, posiblemente la última,

basada en el amor y en el trabajo; era un sueño, pero él había sido

un poeta y soñaba”.

Manuel Rojas en La oscura vida radiante.

1. Primera aproximación

Por cosa fortuita, tal vez, saltó su nombre nuevamente a nuestra memoria por un hecho y sus implicancias estéticas y arquitectónicas principalmente -digámoslo tal cual. Esta ‘plaza’, más bien que ‘parque’, donde instalarían un super-mega-hiper Papa se llamaba ¡oh, sorpresa! José Domingo Gómez Rojas. Fue entonces que, por una semana, diarios, radios y televisión, repitieron aquel nombre sin saber a ciencia cierta quien era y el porqué, a veces, la vida se vuelve tan irónica como si no le bastara ya con el olvido. (Seguir leyendo)

Malatesta y una Entrevista Particular: desentrañando la maraña

“La esclavitud educa para la esclavitud”
Enrique Malatesta.

En nuestros días, numerosas agrupaciones se dicen –o autoproclaman-anarquistas.
La mayoría de ellas, defienden el carácter clasista del anarquismo. Sin negar la legitimidad o no de sus opiniones, no somos una orden monacal, leyendo a Malatesta-tan de moda en el Chile actual- una encuentra un pensamiento muy particular sobre este tema.
Publicado por “El Sembrador” de Iquique, en su número 37, y titulado “odio o lucha entre clases”, el viejo militante italiano, se defiende de numerosas acusaciones que le vindican como propagador del odio entre clases. Malatesta, espíritu amplio, se defiende diciendo que tal invectiva carece de fundamento, pues si bien el reconoce la importancia de la propaganda anarquista entre los explotados y humildes , también comenta que “(…) no es necesario por esto, hacer del pobre un fetiche sólo por ser pobre, ni alentar en él la creencia de que es de una esencia superior(…)”. O sea, de plano rechaza esencialismos políticos o un “ethos popular”. Y no se piense esta opinión propia o exclusiva de él, ya que-desde variados ángulos- Max Nettlau, Rudolf Rocker, Camilo Berneri, Diego Abad de Santillán, Gustav Landauer, entro otros, plantean análisis que reconocen intereses divergentes en la sociedad capitalista, mas no caen en el “romanticismo socialista” con su “culto al obrero” (Camilo Berneri). (Seguir leyendo)

Errico Malatesta (1853-1932)

Errico Malatesta (1853-1932)